La Selva de Irati, Navarra, es una de esas joyas naturales que se tiene la suerte de poder apreciar y disfrutar en España. Este país mantiene una masa ecológica envidiable, auténticos tesoros ecológicos, como son el Parque Nacional y Natural de Doñana y Sierra Nevada, en Andalucía, el Parque Nacional del Teide en Tenerife (Canarias), el Valle del Jerte, en Cáceres… y, por supuesto, el Bosque de Irati, en Navarra, del que daremos una detallada información de lo que se puede ver y hacer, encontrar y disfrutar.
Se trata de una gran extensión, de más de 17.000 hectáreas cubiertas por bosques antiguos, siendo, a su vez, uno de los más grandes abetales de toda Europa. Se localiza en los Pirineos españoles y además de sus fabulosos paisajes recoge la más rica y variada fauna y flora norteña.
Es un rincón único en cuanto a explosión de colores naturales, biodiversidad, exuberante vegetación y con una gran importancia ecológica. Los amantes de la naturaleza tienen una oportunidad excepcional para vivir la experiencia de un baño de bosque primigenio, que produce notables efectos beneficiosos en la salud, recorriendo alguno de sus innumerables senderos.
Centro de peregrinación de ecologistas y visitantes de todos los rincones de la Tierra. Los ríos y cascadas hacen las delicias de niños y mayores en la Selva de Irati en verano, la nieve en invierno la tiñe de blanco, como si de azúcar glasé se tratase, en otoño los colores ocres, amarillos, rojos y naranjas pueden aturdir la mente y, en primavera, la vida toma en posesión hasta el más minúsculo rincón de toda esta extensión, un paisaje encantado de valles, montañas y ríos. El Bosque o Selva de Irati es de los más grandes y mejor conservados de toda Europa y tiene la categoría de área protegida, lo que es de agradecer para que ahora y en el futuro podamos seguir disfrutando de un entorno sin igual.
Fauna en la selva de Irati
No somos pocos los que disfrutamos adentrándonos en el bosque en silencio. Cada vez somos más los que permanecemos atentos al menor ruido en las rutas selva de Irati, o por cualquier otro bosque, con la intención de captar ese momento único y precioso que es el de sorprender a un animal silvestre en su propio entorno.
La Selva de Irati posee todas las características y cualidades para convertirse en paraíso de aquellos que disfrutan con la observación. Este lugar, reconocido por su diversidad faunística, ofrece la posibilidad de los encuentros y avistamientos más variados. La fauna en el bosque de Irati incluye mamíferos, como los ciervos rojos, lobos, jabalíes, corzos, tejones, zorros, nutrias, comadrejas, turones, topos, el gato montés, ardillas y martas y, con suerte será posible ver al gran oso pardo.
En cuanto a aves, es frecuente ver en sus cielos al águila real, al cernícalo y al buitre leonado, más difícil de localizar son el urogallo, el pájaro carpintero, el cárabo, el pito negro, el pico dorsiblanco o el acentor alpino. Así mismo, las limpias aguas de sus ríos, sobre todo el rio Irati, también mantienen un buen nivel de vida, siendo común encontrar, entre otro, a la trucha común, reo o trucha arcoíris, el vairón, el barbo, la bermejuela, el gobio, la boga del norte y la lamprea de río, entre otros.
Flora del bosque de Irati
Aunque se trate de un bosque centenario de hayas y abetos fundamentalmente, esta extensión natural alberga una más que amplia variedad de flora, incluyendo algunas especies consideradas raras y otras en peligro de extinción. Se trata de un bosque atlántico en un fabuloso estado de conservación, donde además de las mencionadas extensiones de hayedo-abetales, también están presentes los siguientes árboles y plantas; roble, arce, serbal, abedul, tejo, acebo, brezo, arándano, pino silvestre, espino albar, saúco, la avellana y, de forma abundante, el helecho, las setas y los hongos.
El bosque de Irati es un importante recurso natural y económico para la región. Proporciona madera, productos forestales y turismo sostenible. Su conservación es crucial para garantizar la supervivencia de la biodiversidad, el equilibrio ecológico en la zona y para seguir atrayendo a personas que disfrutan de la naturaleza.
No es de extrañar, por tanto, que sea destino del turismo ecológico mundial. Ideal para excursionistas, senderistas, observadores de aves, buscadores de fauna, fotógrafos de la naturaleza… y es que no son pocas las cosas que se pueden hacer en el Bosque de Irati en Navarra.
Si eres de los que realmente se preocupan por la naturaleza, seguro que compras con conciencia.
En el consumo responsable comienza el activismo y la lucha por un planeta más verde
Visita nuestra tienda eco y compra con inteligencia ecológica
Qué hacer en el bosque de Irati, Navarra
Además de extasiarse con la belleza natural y ecológica de este entorno, de avistar animales y contemplar la vida selvática que se desarrolla, la Selva de Irati presenta la posibilidad de un buen número de actividades para realizar al aire libre.
1. El senderismo
Aunque ya se ha mencionado brevemente, caminar por los muchos senderos que atraviesan este bosque es, posiblemente, la actividad más agradable que se pueda realizar. Estos caminos permitirán al senderista llegar hasta miradores con impresionantes vistas panorámicas, observar a los animales, acercarse a ríos y cascadas de agua pura y cristalina… son vías que están muy bien señalizadas, siendo accesibles para personas de cualquier edad, así como adaptadas a distintos niveles de habilidad.
Las rutas de la Selva de Irati más aconsejables son las siguientes.
Ruta de las Foces de Lumbier:
Una de las más populares, localizándose a las afueras de la Selva de Irati. Es un sendero fácil de recorrer siguiendo el camino marcado por el cañón excavado por el río Irati a través de la roca.
Ruta de las Cascadas de Irati:
Da comienzo en la pequeña localidad de Ochagavía, adentrándose en la selva para ver varias cascadas y pozas naturales.
Ruta del Pico de Orhi
Más exigente que las anteriores, lleva a los excursionistas a lo alto del pico Orhi, de los puntos más altos de los Pirineos. Merecerá la pena, ya que desde la cima se va a disfrutar de espectaculares vistas de la Selva de Irati y los alrededores.
Ruta de los Miradores de Abodi
De dificultad media, ofrece impresionantes vistas panorámicas del bosque desde varios miradores.
Ruta de los Lagos de Irabia
Más larga y también de dificultad media. Vale la pena por las impresionantes vistas de los lagos glaciares y la belleza natural de la zona.
2. Ciclismo de montaña en Irati
Las rutas en el bosque de Irati no dejan indiferente a nadie, existiendo la posibilidad de recorrer algunas de ellas exclusivamente en bicicleta. Pedalear en el interior de este paraíso natural es otro nivel de ciclismo.
3. La observación de la vida silvestre
También se ha señalado con anterioridad la excelente oportunidad que representa este espacio para la observación de mamíferos, aves, peces y vida vegetal. Se trata, con seguridad, de la actividad más popular para los turistas y para los propios lugareños. Es, sin lugar a dudas, una de las acciones más emocionante y educativas que se pueden realizar.
4. Subida a los miradores
Las rutas de los miradores es una de las actividades más gratas y fascinantes. La subida a estos lugares de excepción serán paseos llenos de salud y naturaleza. Las vistas panorámicas de montañas, bosques y valles, que se ofrecen cada vez que se conquista alguno de estos miradores, deja sin respiración, completamente fascinado, a cualquiera que sepa apreciar la belleza desde las grandes distancias. No hay que dejar de visitar el Mirador de la Mesa de los Tres Reyes, desde el que se podrá disfrutar de una espectacular imagen de los Pirineos y algunas de sus cumbres.
5. La fotografía
Como cabe suponer después de haber leído hasta aquí, se van a presentar un buen número de localizaciones para ser fotografiadas. Tanto para captar amplios escenarios desde un mirador, como la delicadeza de un helecho o la mirada atenta de un corzo; el Bosque Irati hará las delicias de cualquier fotógrafo, profesional o aficionado.
6. Búsqueda de entornos acuáticos (cascadas, ríos y lagos)
El agua es siempre un atractivo añadido a estos entornos naturales. En este en concreto, se podrá disfrutar de varios lagos y un buen número de ríos y arroyos, algunos de ellos con fascinantes cascadas, como la del Cubo, de Lumbier o lad Abaiun. Además de relajarte escuchando el sonido del agua al caer al discurrir corriente abajo o de hacer fotografías, si el tiempo lo permite, va a apetecer darte un baño fresco y salvaje. Así mismo, es posible, en el río Irati, en el lago Irabia y en el embalse de Irabia practicar alguna actividad deportiva, como el piragüismo y la pesca.
7. La pesca de la trucha
En el mismo río Irati es posible ejercitarse con el ejercicio de la pesca de la trucha. Si se es aficionado, se disfrutará de los maravillosos y tranquilos rincones que ofrece, y si nunca se ha practicado, nunca es tarde aprender para que, esa misma noche, puedas cenar una deliciosa trucha al horno.
8. En invierno en Irati, el esquí de fondo
En efecto, también hay lugar para un deporte que requiere una gran fortaleza física. Con las nevadas habituales en invierno, aparecen más de 30 kilómetros de pistas preparadas para el esquí de fondo.
9. En otoño en Irati, la búsqueda y recogida de setas
Pasear por los caminos o campo a través, recolectando deliciosas setas comestibles, es una fabulosa fórmula de hacer ejercicio, ganando en salud y descubriendo los secretos más íntimos y bellos de este bosque. Sin embargo, antes habrá que aprender a reconocer al níscalo, la seta de cardo y la seta de pie azul, habituales en este suelo.
10. La relajación, el descanso y la contemplación
Nuestra favorita forma de disfrutar del Bosque de Irati es simplemente paseando, relajadamente campo a través, desconectando del estrés y la velocidad de las ciudades. Es todo un placer ir despertando los sentidos uno a uno. El olfato, con el olor a flores silvestres. El tacto, al recibir la caricia de la brisa en la piel. El oído, al percibir el leve rumor del viento al mover las hojas de los árboles, la vista, una vez más, en la contemplación de la variedad cromática que ofrece esta naturaleza y el gusto, al preparar un picnic entre hayas y saboreando los productos autóctonos. El Bosque de Irati ofrece diferentes destinos para este fin, lugares imprescindibles que visitar, donde obtener ese merecido descanso en un entorno hermoso y acogedor.
Si eres de los que realmente se preocupan por la naturaleza, seguro que compras con conciencia.
En el consumo responsable comienza el activismo y la lucha por un planeta más verde
Visita nuestra tienda eco y compra con inteligencia ecológica
Dónde ir y qué ver en la selva de Irati
Cuando alguien se adentra en la Selva de Irati Navarra descubre ante sí un tesoro con un buen puñado de lugares que visitar y ver. Estos son algunos que no hay que dejar escapar.
El Centro de Interpretación de la Selva de Irati
Es recomendable que el primer lugar a visitar sea el Centro de Interpretación de la Selva de Irati, ya que de este modo se conocerán los lugares de interés o los más aconsejables para visitar según la época del año. Así mismo, se tendrá conocimiento de la flora y fauna que se puede observar, las rutas posibles a recorrer, los senderos… Una visita imprescindible para aprovechar al máximo el tiempo que se pase en este lugar.
Los desfiladeros Foz de Lumbier y Foz de Arbayun
Considerado como la reina de las foces de Navararra, el Foz de Lumbier es un impresionante desfiladero ubicado en el extremo este de la Selva de Irati, esculpido durante miles de años por el rio Irati y que remonta el valle de Salazar para dar paso al igualmente fascinante Foz de Arbaiun o Arbayún. Este segundo desfiladero, siendo más desconocido que el primero por no estar al paso, es más importante en cuanto al punto de vista geológico y paisajístico. Se trata de la cañada más grande de toda Navarra, desde luego también la más espectacular, con paredes de roca madre que llegan a alcanzar los 200 metros de altura.
La Mesa de los tres Reyes
Con una cota de 2444 metros de altitud es el pico más alto de Navarra y de toda Euskal Herria. Este altiplano adquiere este nombre por ser punto de unión entre Navarra, Huesca y el Estado Frances, es decir, los antiguos reinos de Navarra, Aragón y Francia. Es el lugar ideal para disfrutar de la mejor panorámica del Bosque de Irati y una impresionante perspectiva de los Pirineos.
El Bosque de Zabaleta
Este bosque antiguo de hayas presenta tres rutas para ser recorrido y llegar entre vías y caminos muy bien señalados y rodeado de árboles gigantescos y centenarios al Embalse de Irabia. En el camino se podrá disfrutar de arboledas de distintos tipos, arroyos, espectaculares vistas, puentes, pequeños barrancos, fuentes… Posiblemente, uno de los mejores espacios naturales de toda Navarra para caminar.
Reserva Natural de Larra
La mayor Reserva Natural de toda Navarra incluye una espectacular zona kárstica, con más de 120 km2 es de las más extensas de Europa. Se localiza en la vertiente norte de los Pirineos y sirve de cobijo a una amplia variedad de especies vegetales y animales. Aunque las grandes formaciones calizas combinadas con pinos negros y extensas superficies de pastizales de montaña será lo que más llame la atención, ya que ofrece a este entorno un paisaje mágico y espectacular.
La Cascada de Lumbier
De las muchas caídas de agua que presenta esta selva, la cascada de Lumbier es la más espectacular, un lugar de peregrinación para los fotógrafos y amantes de estos rincones naturales.
El embalse de Irabia
Ya mencionado en varias ocasiones, esta masa de agua es visita obligada, uno de los destinos más populares dentro de esta selva. Aquí se podrá practicar algunas actividades acuáticas, como la natación, el piragüismo, el paddle surf, pasear en Kayak, pescar… Un lugar preparado para pasar el día en familia, hacer picnic, jugar y disfrutar del entorno natural donde se ubica; en el interior del Valle de Aezkoa.
El Valle de Aezkoa
Esta alfombra verde que recorre buena parte de la Selva de Irati ofrece al turista curioso algunos de los lugares más misteriosos de Navarra.
Los Megalitos de Azpegi
Enigmático conjunto de crómlechs y dólmenes introducidos en el suelo formando un círculo que plantea más preguntas que respuestas.
La abandonada Real Fábrica de Armas de Orbaiceta
A 5 kilómetros de la frontera con Francia, se mantienen las ruinas de una explotación del siglo XVIII dedicada a la fabricación de armas y munición. El lugar fue elegido gracias a la presencia de abundante madera, minas de hierro y cursos de agua. En la actualidad, su estado decadente, devorado por la naturaleza, pero con su estructura bien conservada, ofrece un aspecto de fantasía, no en vano ha sido plató para películas como El increible finde menguante. Su aspecto intrigante y enigmático, así como ser un ejemplo de arquitectura industrial de aquellos tiempos, le han otorgado el título de Bien de Interés Cultural.
Los miradores de Tapla y de Zamarian
Dos de las paradas obligatorias para contemplar en toda su magnificencia el paisaje del Bosque de Irati. Desde el primero se podrán apreciar verdes pastos, los Pirineos nevados, frondosos bosques, desde el segundo las mejores vistas al Valle de Aezcoa, aunque lo que llama la atención del mirador de Zamarian es el fragmento de roca saliente, no apto para personas con vértigo.
Ochagavía, el pueblo más bonito de la Selva de Irati
Entrando en la Selva desde el Valle Salazar habrá que parar de forma obligada en Ochagavía, posiblemente uno de los pueblos más encantadores de toda Navarra. No hay que perder la oportunidad de dar un paseo por sus calles empedradas y cruzar sus puentes para percatarse de las construcciones curiosas de sus viviendas.
Ya mencionado en este artículo, posee una de las rutas de senderismo selva de Irati más atractivas de este territorio, la que recorre parte del Valle de Salazar y asciende hasta el pico Ori, cima ubicada a 2.071 metros sobre el nivel del mar. Las vistas sobre este pico de la frontera con Francia son apabullantes.
video
La cueva de Arpea
Esta extraña formación rocosa se localiza justo en la frontera con Francia. La forma geológica de su entrada son láminas de roca apiladas unas sobre otras, adquiriendo la forma de V invertida. Un espacio mágico que solo por el paisaje que lo rodea ya merece la visita. Se ubica a 950 metros sobre el nivel del mar en el Pirineo Navarro, en la muga. Este lugar también ofrece al visitante la posibilidad de adentrarse en las leyendas de Irati.
Si eres de los que realmente se preocupan por la naturaleza, seguro que compras con conciencia.
En el consumo responsable comienza el activismo y la lucha por un planeta más verde
Visita nuestra tienda eco y compra con inteligencia ecológica
Las leyendas y mitos del Bosque de Irati
Como cabe suponer y suele ocurrir a lo largo y ancho de todo el norte español, también esta extensión está llena de curiosas y misteriosas leyendas. Su tradición cultural incluye estas historias, transmitidas de generación en generación, ideales para ser contadas al fuego de la lumbre, contribuyendo a realzar aún más la belleza y el misterio de este lugar. Cuando se conocen algunas de sus leyendas, el recorrido por estos hayedos adquiere otra dimensión, más misteriosa, entretenida y mágica.
Los Galtzagorris
Bajo este nombre se encuadran seres mitológicos de la cultura vasca, habitantes ocultos de la Selva de Irati. Son como los elfos de los cuentos tradicionales, pequeños hombrecitos verdes con orejas puntiagudas. Aunque suelen ayudar a las personas cuando habitan sus casas, se divierten con malas pasadas a aquellos humanos que se internan demasiado dentro del bosque.
El Señor de Irati
Existen diferentes versiones de este personaje tradicional. Por un lado, es la historia de un señor feudal que se enamoró perdidamente de una pastora. A pesar de sus diferencias sociales, se casaron en secreto, cuando este señor murió se convirtió en un protector del bosque y de sus animales. Por otro lado, se trata de un hombre/oso que raptó a una moza cuando iba de Mendibe a Otsagabia y, al pasar por la Selva de Irati, este ser legendario la retuvo en su cueva hasta que la chica le dio un hijo.
La trucha de oro
Existe la leyenda que dice que en los ríos de este bosque existe una trucha de color dorado, que se la ha visto en varias ocasiones en el rio Irati. Se dice que para quien consiga atraparla, su suerte cambiará radicalmente, logrando éxito y prosperidad en su vida.
El árbol de los amantes
Esta triste historia versa sobre el amor de dos amantes que se conocieron en este bosque, prometiéndose amor eterno bajo uno de los árboles más robustos y longevos. Desgraciadamente, el hombre tuvo que partir hacia la guerra, muriendo en ella. El árbol, cuando el amor se hizo imposible, se fue marchitando hasta morir también. La leyenda nos dice que, en ocasiones, el susurro de amor de los amantes se sigue confundiendo con la brisa del bosque.
Estas leyendas no son más que pequeños elementos de una rica historia cultural que aún se mantiene viva y en excelente salud en todo este territorio. Cultura que se aprecia en sus tradiciones.
Tradiciones de la Selva de Irati
Algunas de las tradiciones que aún se practican en este parque son el pastoreo de ovejas. En durante los veranos cuando se llevan a pastar a los prados, siendo pieza clave para el mantenimiento forestal y poblacional de todo este territorio. Asimismo, también forma parte de las costumbres más arraigadas la recolección de setas, una actividad que atrae a numerosos interesados en la micología.
Por otro lado, el Carnaval Rural celebrado en febrero hunde sus raíces en las antiguas tradiciones paganas, manteniendo actividades relacionadas con la ganadería y la agricultura. Del mismo modo, la Feria de la Almadía, que tiene lugar en mayo y que se festeja en la localidad de Burgui, es una fiesta que conmemora la tradición de transportar troncos por el río Irati.
Como suele ocurrir, la gastronomía es parte fundamental de la tradición del lugar y, en este sentido, Irati tiene mucho que ofrecer.
Gastronomía de la Selva de Irati
Los productos básicos y más tradicionales de esta zona son naturales, de calidad, variados, deliciosos y son originarias, es decir, auténticamente producidos en estas tierras. Es el queso de oveja uno de los más sabrosos y populares, la marca Idiazabal se ha encargado de distribuirlo y llevarlo a todos los rincones de España. Se elabora a partir de leche de oveja cruda y se ahúma con madera de Haya.
Entre sus platos más reconocidos se encuentran el cordero lechal asado, cocinado a fuego lento al horno con hierbas aromáticas y especias. La trucha, ya sea a la parrilla, a la navarra (frita con jamón), al horno… Las setas, como son los boletus, níscalos, senderuelas… recurrentes en los más variados servicios de cocina. Los guisos de carne de caza de ciervo, de jabalí e incluso de palomas. La Txistorra, especie de salchicha elaborada con carne de cerdo, pimentón y ajo se sirve como complemento de algunos cocidos y guisos. No hay que olvidar sus deliciosas migas, en ningún lugar las preparan como aquí, no en vano es uno de los platos más típicos de la región.
Para beber, el vino de Navarra, una Denominación de Origen que va camino de conquistar el mercado.
Para disfrutar de estos manjares existen un buen número de restaurantes de calidad. Del mismo modo, de forma habitual, los lugares para quedarse a dormir presentan o conocen los mejores sitios para comer.
Alojamientos en la selva de Irati
No son pocas las opciones que se presentan para dormir en la selva de Irati. Los más aventureros elegirán los refugios de montaña, como el Azpegui, algunos tienen habitaciones privadas y ofrecen la posibilidad de comer y beber. Para los que viajen en familia, lo más aconsejable son las casas rurales que ofrecen mucha más comodidad, o los campings y cabañas, más divertidos para los niños y con un contacto más directo con la naturaleza.
Pueblos como Ochagavía posee todo tipo de alojamientos y el lugar, como ya se ha comentado anteriormente, bien merece la pena. Abaurrea alta, otro lugar agradable, tranquilo y pintoresco. Roncesvalles, por su parte, al ser un lugar emblemático en el Camino de Santiago, aunque está cerca, a unos 30 minutos en coche, no es tan tranquilo. Isaba, algo más lejos, sí merece la pena por el entorno montañoso donde se ubica.