Los arrecifes de coral en peligro de muerte
La primera pregunta que hay que responder antes de comentar el riesgo que sufren es saber qué son los corales, las barreras o arrecifes de coral. Pues bien, el coral está constituido por animales marinos que han creado colonias de corales pétreos. Están compuestos de pólipos que ayudan y protegen sus cuerpos mediante la secreción de exoesqueletos de carbonato.
Las estructuras subacuáticas que forman barreras de coral se encuentran situadas en aguas poco profundas y cálidas, aunque no siempre, ya que se dan algunos casos en aguas más profundas. En estos ecosistemas marinos se localizan más de un millón de especies coexistiendo, y ahora, más que en ningún momento histórico registrado, se encuentran en su momento más crítico, muy debilitadas y con grave riesgo de desaparecer.
Un arrecife de corales como paradigma de la naturaleza
Los arrecifes de coral en el mundo son reconocidos por su extraordinaria belleza, colocados como paradigma de la belleza marina de la naturaleza. Cada año miles de turistas viajan para visitar estos magníficos ambientes marinos, ya que presentan una característica en la que todo ser humano está de acuerdo: son unas de las más grandes maravillas de la naturaleza.
Pero, además, las barreras de coral, estas “selvas del mar”, otorgan beneficios de diversas formas: suministran alimentos a las personas y otras especies animales, protegen las costas de la erosión y la embestida de las olas, procura notables ganancias a los hombres con el turismo y la pesca, sirve para la protección de muchas especies procurándoles el lugar ideal para que puedan reproducirse y criarse…
Sin embargo, a pesar de todo lo extraordinario que representa los arrecifes de corales, son uno de los ecosistemas más delicados en el planeta, sujetos a graves amenazas medioambientales, entre las que cabe destacar la baja calidad del agua, el calentamiento global, el exceso de nutrientes y pesticidas, las fluctuaciones en el nivel de salinidad, la llegada a su entorno de agua contaminada procedente de la escorrentía con sedimentos… factores derivados todos de la actividad humana.
La debacle de los arrecifes de coral
De la existencia de los corales en el mar va a depender hasta el 25 % del total de las especies marinas, incluyendo a las tortugas. Las barreras de coral han sobrevivido a los dinosaurios, la era de hielo y a otros cambios naturales igualmente impactantes, pero parece que no van a lograr sobrevivir a la edad de los hombres.
Los científicos que han estudiado la debacle que vive en estos momentos los arrecifes de coral en el mundo determinan como fecha el 2050 para que hayan desaparecido hasta el 90 % de estos espacios naturales. Según afirma Gabriel Grimsditch, perteneciente a la división de ecosistemas marinos del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente; los arrecifes de coral están siendo hervidos vivos. Como cabe imaginar, esta aseveración se refiere al aumento de las temperaturas del oceano que produce el calentamiento global del planeta, derivado de la emisión de los gases de efecto invernadero de los motores de combustión y las industrias humanas.
Estas son algunas de las causas por las que se está acelerando la desaparición de los más famosos arrecifes de coral, como puede ser la gran barrera de coral en Australia.
El cambio climático
Como ya se ha comentado brevemente, las temperaturas en constante crecimiento es uno de los mayores problemas a los que se enfrenta esta forma de vida. Además de la subida en intensidad de fenómenos como “El niño” está produciendo un enorme daño a los arrecifes de coral, que incluye el efecto conocido como blanqueamiento del coral.
El blanqueo de coral es un proceso mediante el cual las algas que habitan en simbiosis con los corales, y les dan su color, son expulsadas. Una acción que se lleva a cabo por efecto del estrés que viven por los cambios bruscos y extremos de las temperaturas. El coral, al expulsar a las algas, evita que estas produzcan compuestos tóxicos que las debilitan. Como consecuencia, pierde su color volviéndose blancos. En estos casos, corren el riesgo de morir de hambre si no vuelven las condiciones normales de temperatura y de convivencia con las algas. Y es que las algas les proporcionan el 80 % de los nutrientes que alimentan a los corales.
Turismo irresponsable
Los turistas, en demasiadas ocasiones asesorados por los propios lugareños, remueven los sedimentos, tocan y extraen los corales con fines decorativos. En el peor de los casos ya los encuentran directamente expuestos en los mercadillos. Para el turismo tiene un fin lucrativo que a corto o medio plazo puede tener una repercusión fatal para su propia economía.
El sonido de los motores de las embarcaciones recreativas distorsiona la vida en estos ecosistemas impidiendo la reproducción de las especies que en ellos habitan. Los anclajes de los barcos actúan como verdaderas bombas de impacto sobre la barrera de coral. Las actividades del desarrollo inmobiliario del litoral producen toneladas de basura y escombro que caen directamente sobre estos corales marinos. Peor aún cuando se edifica directamente sobre las barreras de corales para satisfacer los deseos y caprichos de los turistas.
La cercanía de complejos turísticos de los arrecifes coralinos, en la mayoría de los casos, hace que se viertan sus aguas residuales y demás desechos directamente en su entorno, con el consecuente daño y deterioro de la vida marina en toda su complejidad.
La pesca
El hombre y la prisa que parece ser congénita a su modo de vida trae la utilización de sistemas de pesca que producen un daño enorme sobre estos ecosistemas marinos. La pesca con explosivos, con venenos como el cianuro, con el arrastre de fondo o el sistema muro-ami, que consiste en golpear con palos los corales. De todos ellos, el de arrastre es el que más daño hace, ya que destruye todo a su paso.
Por otro lado, la pesca intensiva o sobrepesca, sin respetar los tiempos de apareamiento o reproducción de la fauna marina. Una actividad que afecta enormemente al equilibrio ecológico que, en estas selvas oceánicas, resulta imprescindible para su subsistencia. Y es que supone una ruptura en la cadena alimentaria, con las catastróficas consecuencias que esto provoca en el resto de especies.
La contaminación
Los vertidos contaminantes no solo se producen, como ya se ha visto, por las edificaciones, turísticas o no, en el litoral. En la mayoría de los casos, no se tiene un sistema apropiado para frenar o filtrar los residuos urbanos e industriales, las aguas residuales de las ciudades, ni los agroquímicos utilizados en el campo. Estos últimos contaminantes provocan un aumento excesivo en los niveles de nitrógeno marino, causando un crecimiento de cierto tipo de algas que bloquean la entrada de luz solar hasta los corales, matándolos.
La contaminación por actividades originadas en la tierra, por ejemplo, la sedimentación es demasiado habitual en las costas, asfixiando los corales e impidiendo su alimentación, reproducción y desarrollo.
El exceso de nutrientes desarrolla algas que, como ya se ha comentado, impiden la respiración de los corales por obstaculizar la luz de sol y el oxígeno que necesitan para vivir; se produce así mismo un aumento masivo de bacterias y parásitos producidos por la contaminación residual, que dañan constantemente la estructura de los arrecifes de coral.
La acidificación de los océanos es otro de los problemas derivados de la contaminación, en este caso, debido al dióxido de carbono producido por las fábricas industriales, la combustión de combustibles fósiles e incluso por su absorción producida por los seres vivos en forma de gas.
Soluciones para proteger los arrecifes de coral
La salud del mar depende en gran medida del ser humano, ya que es el causante número 1 de su deterioro. Por esta razón, estamos obligados a para poner fin a estos severos estragos. La humanidad, sobre todo la sociedad industrializada, por acción directa, indirecta o por la más pura inacción, está sometiendo a una dura prueba la existencia y continuidad de los corales en el mar, empujando a estas estructuras a una situación crítica en la que están a punto de desaparecer de la Tierra para siempre.
Afortunadamente, todavía estamos a tiempo. Existen una serie de medidas que hay que hacer efectivas ya para cuidar las barreras de coral. En estas acciones todos podemos participar, tanto si se vive cerca como lejos de la costa.
Cuando se visitan los arrecifes de coral
Practicar buceo de forma respetuosa, segura y sensata. Se deberá evitar tocarlos y denunciar la extracción de corales. Del mismo modo, no se debe realizar el anclaje de la embarcación en el arrecife para no dañarlos, ya que al hacerlo los estamos matando.
Para la protección solar se deben eliminar aquellos productos que contengan oxibezona, que son altamente dañinos para esta forma de vida. Mejor es sustituirlos por protectores solares con óxido de titanio u óxido de zinc para no dañar los corales o usar traje de neopreno para prevenir las quemaduras del sol y así evitar tener que utilizar ninguna de estas cremas.
Desde casa y a diario
Hacer uso de medios de transporte más ecológicos, como tranvías, autobuses o trenes, reducir al mínimo el uso de fertilizantes en los cultivos, césped y en general en cualquier uso agrícola, ya que terminan por llegar a las corrientes fluviales y estas al mar.
También hay que reducir las escorrentías de las aguas de lluvias, para ello lo mejor es aumentar la masa arbórea, pero también colocar captadores de agua de lluvia. El ahorro de energía también es importante, ya que el consumo de electricidad es uno de los principales causantes de la emisión de gases contaminantes a la atmósfera, que es, a su vez, lo que produce el calentamiento de la Tierra.
Reciclar basura de forma correspondiente, evitando que llegue al mar exigiendo a las autoridades mayor protección y la inversión en sistemas de reciclado y reutilización.
Invertir en investigación y ciencia
Las barreras deterioradas tienen más probabilidades de recuperarse si tienen comunidades de peces sanos, ya que gracias a ellos se mantienen vivos los corales. Para ello, otra medida eficaz que muchos científicos marinos han investigado es el crecimiento acústico como un método eficaz para moderar y reestablecer la estructura de los arrecifes de coral. Utilizan altavoces para emitir paisajes sonoros saludables, de esta forma atraen poblaciones de peces beneficiosos para regenerar las barreras de coral de forma natural.
Otro avance científico, aún en proyecto para proteger en este caso la Gran Barrera de Coral en Australia del cambio climático, se basa en el enfriamiento del agua que rodea este gigantesco arrecife coralino. Para ello utilizarán un ventilador, similar a los cañones de nieve artificial usados en las estaciones de esquí, para lanzar cristales de sal al aire para reflejar la luz del sol. Es decir, se trata de coger el agua salada de alrededor de la barrera de coral y convertirla en nubes de condensación.
¿Dónde se ubican las barreras de coral?
Para terminar, relacionamos donde se ubican los principales arrecifes de coral que aún mantienen su esplendor, ya que no hay mejor fórmula para ayudar a su conservación que conocerlos.
- La Gran Barrera de Coral de Qeensland (Australia) es el mayor arrecife de coral del mundo.
- El arrecife Mesoamericano, desde la Isla Contoy en la Península de Yucatán hasta las Islas de la Bahía en
- Lagunas de Nueva Caledonia en el Pacífico Sur.
- La barrera de Coral de Andros, en la costa este de la isla de Andros (entre Andros y Nasáu).
- El mar Rojo.
- Las Maldivas.
- Los arrecifes de las islas de Raja Ampat “Triángulo de coral”, en el Sudeste Asiático (Papúa, Occidental e Indonesia).
- El arrecife de Pulley Ridge (Florida).
Fuentes:
Noticias ONU, Subexplorers, Infobae, Epa (Agencia de Protección Ambiental de Estados Unidos)