Gracias a la biodegradación del plástico, que consiguen los gusanos de la harina, al fin el enorme problema que representa la eliminación de este producto industrial, y que es ya uno de los mayores retos a los que la humanidad se enfrenta, logrará verse reducida. Con esta fórmula natural este tipo de contaminación que padece el medio ambiente comienza a ver una salida. Hasta el momento, la degradación de este material ha sido un verdadero quebradero de cabeza para la humanidad, ya que tarda en descomponerse entre 100 y 1000 años.
¿Por qué hay que acabar con los residuos plásticos?
Desde su aparición en 1860, este producto se hizo muy popular por su mínimo coste, maleabilidad, impermeabilidad y por ser buenos aislantes, entre otras muchas propiedades. Por todas sus ventajas, se ha venido usando de manera sistemática para multitud de artículos, pero, ahora, acabar con los residuos plásticos es el problema. Y es que, aproximadamente, 8300 millones de toneladas han sido producidas hasta el momento y no se sabe como hacerlas desaparecer.
La situación de dicha producción es la siguiente:
- El 30% se sigue utilizando en los más diversos campos
- El 70% restante son residuos divididos en:
- 9% reciclado
- 12% incinerado
- 79% ha ido a parar a vertederos o ya se encuentra repartido en la naturaleza, tanto en la tierra como en los mares.
Las consecuencias son las siguientes:
- En los océanos hay 150 millones de toneladas, repartidas entre el fondo del mar, fragmentos en suspensión y en 6 islas inmensas que flotan a la deriva en la superficie de los océanos.
- Desaparición de fauna terrestre y marina; específicamente, más de un millón de aves y 100 mil mamíferos y tortugas marinas cada año mueren por el consumo de estos restos y otras causas derivadas de la acumulación de plásticos en la naturaleza. Por esta razón, algunas de estas especies se encuentran en vías de extinción.
- La incineración; aunque algunas informaciones indiquen que es una buena solución, no lo es tanto, se debe recordar que genera emisiones muy tóxicas en forma de metales pesados, dioxinas, furanos, gases ácidos, partículas y dióxido de carbono.
¿Cómo es posible la biodegradación del plástico por el gusano de la harina?
Qué ironía pensar que hasta hace menos de un siglo estos pequeños invertebrados eran considerados una plaga en los graneros y almacenes. ¿Quién podría haber pensado que pudiesen llegar a ser tan importantes?
Se sabe desde hace años que estos gusanos, aparte de alimentarse de harina y grano, también son detritívoros (se alimentan de materia orgánica, como cadáveres de animales o plantas, y en algunos casos de excrementos). Hace poco tiempo, también se ha descubierto que pueden alimentarse de un plástico no biodegradable, como el poliestireno y digerirlo sin problemas.
Estos pequeños insectos, gracias a su sistema digestivo, son capaces de transformar la mitad del
Las verdaderas protagonistas de este milagro son las bacterias presentes en el aparato digestivo de este gusano de la harina (Tenebrio molitor), denominadas Exiguobacterium (sp. cepa YT2) que son capaces de degradar este material.
Esto podría ser el principio del fin de la acumulación de deshechos plásticos. En la universidad de Stanford ya se habla de “un enfoque muy novedoso para hacer frente al enorme problema que presenta la contaminación del plástico”, según Anja Malawi, estudiante de doctorado e integrante del equipo que llevó a cabo esta investigación. El próximo paso será extraer las bacterias responsables de la despolimerización para emplearlas de forma directa en los residuos.
¿Qué beneficios tiene este método de biodegradación de plástico?
Este método para la eliminación de plásticos tiene, sobre todo, ventajas. El escarabajo tenebrio, que es la forma adulta del gusano de la harina, es fácil y económico de criar. La larva de este escarabajo, el gusano de la harina, ya se utiliza para alimentar aves de corral como gallinas.
Es una forma natural de eliminar la basura plástica y los deshechos restantes son utilizables. Los excrementos de estos gusanos pueden usarse como abono natural, ya que no deja residuos contaminantes.
Gracias a este gusano, se empieza a ver la luz al final del túnel cuando se habla de la biodegradación de plásticos.
Toca poner en una balanza qué importancia le damos a los entornos naturales para el mundo o la los beneficios económicos para unos pocos.
Poco a poco se va haciendo cada vez más evidente la urgencia que tiene este planeta de que se busquen soluciones beneficiosas para el medio ambiente, los ecosistemas, y la naturaleza en general, sobre el capital.
Este tipo de descubrimientos es, sin lugar a dudas, una gran noticia beneficiosa para todos.
Fuentes
Nu2, National Geographic, Greenpeace, La Vanguardia, Teorema, ecoavant