El fertilizante natural, aparte de otros cuidados, se ha convertido en algo obligatorio si quieres que tus plantas crezcan sanas y fuertes. De manera barata y natural, se le dará a las plantas el sustento extra que les ayudará a desarrollarse mejor.
Preparar fertilizantes naturales para las plantas es uno de los aspectos más importantes para agregar nutrientes al suelo, aumentando así su feracidad. La fertilización de la tierra sirve tanto para las plantas de interior como de exterior.
Qué son los fertilizantes caseros
Los fertilizantes caseros, naturales u orgánicos, son aquellos que están elaborados con componentes naturales que no dañan el medio ambiente y que para su elaboración se utilizan elementos de desechos de materia orgánica sobrante que produce cualquier hogar de forma habitual . Estos productos son mucho mejores que los fertilizantes no naturales, ya que los ingredientes de éstos últimos están formados, generalmente, por agentes químicos.
Siempre es más fácil, aunque no más económico, comprar un fertilizante químico que, a la larga, acabará dañando a las plantas.
Utilizando fertilizantes sintéticos se contaminan los suelos, las aguas y los ríos, generando acidificación del terreno. Por otro lado, hay que manipularlos con sumo cuidado, ya que son tóxicos y si se utilizan para plantas comestibles, contaminan a éstas desde la raíz, por lo tanto, mejor no comer los frutos de estas plantas.
Tipos de fertilizantes naturales
Algunos fertilizantes para todo tipo de plantas pueden ser:
con cenizas de madera
Muy económico y fácil de conseguir, basta con recoger las cenizas de la chimenea o de las barbacoas. Estas cenizas obtenidas de la madera quemada se mezclan con agua y se diluye su contenido, aplicándose a las plantas como riego.
Este método solamente se aplicará dos o tres veces al año.
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Fertilizante natural con cáscaras de huevos
Este método aporta a las plantas un extra de calcio, es un fertilizante muy eficaz, además, repele a algunos tipos de orugas y caracoles.
Método:
- Recopilar, lavar y triturar un buen número de cáscaras de huevo.
- Una vez trituradas, echarlas directamente en la tierra, o bien hacer pequeños agujeritos en la base de las plantas y verterlas dentro.
Fertilizante casero con posos de café
Si te gusta el café, tienes en la mano un gran fertilizante natural. Con esta práctica se aporta a las plantas un elevado contenido en nitrógeno y ayuda a oxigenar el suelo.
Sólo hay que ir guardando los restos de café en una bolsa. A la hora de aplicarlo, se espolvorea directamente sobre el terreno o se mezcla bien con la tierra y se vierte sobre las plantas.
Abono natural para las plantas
El abono orgánico es una sustancia que se obtiene a partir de los restos de materiales de origen animal o vegetal. Con ellos se mejora la fertilidad del suelo, aportándole nutrientes.
Haciendo uso de los abonos naturales para las plantas, se consigue reducir la utilización de los fertilizantes sintéticos sobre el terreno y se aprovechan los residuos que se generan habitualmente en el hogar.
Algunos de los beneficios que aporta el abono orgánico son:
- Aumento de los nutrientes del suelo, la acidez y mejora de la capacidad para retener el agua.
- Hace que las plantas sean más resistentes a las plagas y enfermedades.
- Implica reciclar sustancias que de otra manera se tirarían, o sea, es sostenible.
3 Tipos de fertilizantes naturales
Afortunadamente, existe una gran cantidad de sistemas para conseguir abonos naturales, eficaces y económicos. Los más comunes son:
Compost
El más popular de los abonos naturales. Solamente hay que tener un poco de espacio y paciencia, ya que se necesita de tres a cinco meses para que fermenten los residuos vegetales que se producen en cualquier hogar.
Con este método se consigue una gran cantidad de nutrientes para las plantas y, además, de una manera muy fácil. Basta con ir añadiendo a un recipiente las sobras de los alimentos e incluso el material sobrante de jardines y huertos. Si quieres aprender a hacer compost, te interesará este artículo.
Humus de lombriz
El humus de lombriz es de los abonos naturales más completos y productivos de todos los que existen. El “truco” está en obtener las lombrices adecuadas, por ejemplo, las californianas.
Las lombrices digieren los residuos orgánicos, gracias a unas enzimas que poseen de forma natural en su intestino y a la microflora que también se encuentra en su organismo. Como resultado ofrecen un abono orgánico de gran calidad
Estiércol
Es uno de los abonos naturales más usados, normalmente se compra en sitios especializados o se recoge directamente de las granjas. Los desechos de los animales (el estiercol) antes de poder usarse tienen que compostarse, es decir, pasar por un proceso de descomposición natural. Por otra parte, debe de provenir de animales que no han sido tratados con antibióticos.
Suelen ser de animales como la vaca, ovejas, caballos… sirve casi cualquier tipo de ganado. Sin embargo, es importante que su alimentación haya sido muy natural, de productos del campo, no de piensos tratados.
MANTILLO
El mantillo no es otra cosa que la cubierta de materiales naturales que se aplica en la superficie de un suelo trabajado para mejorar su fertilidad, humedad y salud. Es el resultado de la descomposición del estiércol y desintegración de materias orgánicas (honjarasca) mezcladas con sustancias como la cal
Diferencia entre abono y fertilizante
Hasta el momento, en este artículo se ha tratado de forma indiferente el abono y el fertilizante. No obstante, aunque es muy sutil, existe diferencia entre ambos productos ecológicos.
Los fertilizantes y los abonos son elementos que se utilizan para conseguir los mismos objetivos. Estos son, como ya se ha visto, aportar a los suelos donde se va a plantar los nutrientes que necesitan para que las plantas puedan crecer sanas y con la mayor fortaleza posible.
La diferencia fundamental es que los fertilizantes son productos manipulados por los humanos. Es decir, que se obtienen de manera artificial, aunque con sustancias naturales. Además, necesitan el agua para poderse disolver en el terreno y enriquecerlo. Se debe tener un poco de cuidado con los fertilizantes, controlando la cantidad que se utiliza para no alterar el pH del terreno.
El abono, por su parte, viene directamente de la naturaleza, se hace a partir de plantas y desechos de animales, alimentos… Se echa directamente sobre el terreno y no altera las condiciones del mismo.