Aumenta el riesgo de deforestación total en la amazonia

La deforestación en la amazonia es un mal endémico en Brasíl. Después de haber perdido 10.129 kilómetros cuadrados de selva en 2019, la mayor en once años, la selva amazónica y las comunidades indígenas podrían estar en peligro de desaparecer definitivamente por culpa de las políticas llevadas a cabo por el actual presidente Jair Bolsonaro

Selva amazónica

 

Como ya sabemos, la selva amazónica es el bosque con más extensión del mundo. Cubre un total de 6.000.000 de km2 repartidos entre 9 países (Brasil, Perú, Bolivia, Colombia, Venezuela, Ecuador, Guayana Francesa y Surinam). La mayor parte se localiza dentro de las fronteras de Brasil y Perú.

Aunque su deterioro ha sido constante desde hace décadas, el verano pasado se hizo especialmente intensa esta degradación. En los medios de todo el mundo fue posible ver como gran parte de la selva amazónica estaba siendo devorada por las llamas, cubriendo con densas nubes lugares tan alejados como la propia Australia.

Deforestación de la amazonia

Otros problemas para para la amazonia, además de la deforestación.

Brasil cuenta con la mayor masa selvática del mundo, pero también con la mayor deforestación, gran parte de este problema viene por las expansiones de las zonas agrícolas que se usan para el cultivo de la soja y la creación de pastos para la ganadería.

Detrás de todo esto también se encuentran empresas españolas, tanto aseguradoras como eléctricas, que hacen negocio con esta crisis biológica. Y es que España es uno de los países que más madera tropical amazónica importa, alimentando así los fraudes en los sectores forestales.

Las cifras de deforestación son terribles, según los datos manejados por asociaciones ecologistas, cada minuto una parte de la selva amazónica, equivalente a un campo de futbol, es talada y destruida.

Esta tala masiva arrastra también con una tercera víctima, la cuenca del Amazonas. Un espacio natural que, en la actualidad, almacena más 100.000 millones de toneladas de carbono. Esto la convierte en uno de los mayores sumideros de CO2 del planeta. Con su destrucción, todo este “veneno atmosférico” se liberará a la atmósfera.

Pero no es el único problema al que se enfrenta esta zona protegida del planeta;

Las concesiones mineras

El 15 % del bioma amazónico tiene concesiones mineras y contratos para la extracción de petróleo y gas, incluidas las áreas protegidas. Además, el 37 % de los territorios indígenas están en riesgo por cerca de 500 contratos mineros para la explotación minerales e hidrocarburos. Por otro lado, la minería del oro en la Amazonia aumenta la deforestación, y el uso del mercurio utilizado en su procesamiento contamina el agua, los peces, el aire y afecta las comunidades.

Represa selva amazonica

Las represas hidroeléctricas

En la Amazonia hay 154 represas para la producción de energía hidroeléctrica y se planea la construcción de otras 277 . Estas construcciones, además de aumentar la deforestación de la selva, genera un enorme impacto en la ecología, la economía y en el clima del subcontinente.

Carreteras selva amazónica

Las carreteras

Decenas de miles de kilómetros de carreteras atraviesan la selva; y la construcción de nuevas rutas seguirá aumentando. En la actualidad hay más de 20 proyectos de construcción de carreteras gigantes. Que como cabe imaginar, ejercen una gran presión sobre la Amazonia, generando un rápido aumento de la pérdida de bosques.

agricultura intensiva amazonia

La agricultura y la ganadería intensiva

Como ya se ha indicado brevemente, esta es una de las actividades que mayor deforestación en la amazonia genera y mayores pérdidas causa en su hábitat. Son sobre todo, las exportaciones de soja y carne a países asiáticos como China, los que han desatado las más  graves transformaciones en el uso del suelo de estos bosques. Aunque, recientemente los cultivos de palma de aceite han llegado con una fuerte fuerza destructora. Pero son los pastos para la ganadería los más dañinos, no en vano Brasil registra la mayor cantidad de ganado comercial del mundo.

Cambios en la legislación

Si no se protege el entorno con leyes, el riesgo de pérdida crece exponencialmente. En la actualidad se están llevando a cabo constantes cambios en la legislación de los países con territorios amazónicos.

Estos cambios van a permitir nuevas y mayores actividades productivas en áreas protegidas, siendo esto una de las principales amenazas según un reciente informe de WWF. Se teme por la reducción del área de estos espacios, y por la eliminación de su estado de protección. Este enemigo silencioso  genera que cada vez mayores impactos en la Amazonia.

En este momento, la cobertura de las áreas protegidas del bioma amazónico es algo superior al 50 %. Pero esto puede cambiar drásticamente, ya que muchas de estas áreas están en riesgo debido a la debilidad legislativa referente a su conservación.

 

En definitiva, si no se adelantan políticas y estrategias para reducir la deforestación en la amazonia, para el 2030 la Amazonia puede llegar a perder hasta el 27%, es decir, alrededor de 85,4 millones de hectáreas de bosques.

Fuegos intencionados en la Amazonia

La mayor parte de estos fuegos se estaban llevando a cabo de forma intencionada, siendo en el país brasileño, que tiene el 60% de dicha selva, donde tuvieron lugar los focos iniciales. Según el Instituto Nacional de Investigación (INPE) de Brasil, en todo el año 2019 se detectaron 76.620 focos de incendios en este entorno natural protegido.

El mes de agosto fue uno de los que peores cifras se llevaron, ya que en ese mes se registraron nada menos que 30.901 incendios, y es que la selva a pesar de ser uno de los lugares más húmedos del mundo, pasó a ser un espacio de alto riesgo, mucho más inflamable a raíz del aumento de la temperatura que provocaban estos incendios.

Los intereses comerciales son los que, aún hoy día, están detrás de estas quemas y talas masivas. El objetivo es, sobre todo, un aprovechamiento del suelo, dedicándolo a la ganadería intensiva y a las plantaciones de soja, como ya se ha comentado y que están demandadas por tiendas y grandes superficies de todo el mundo.

Otro país que se vio afectado por todos estos incendios fue Bolivia, dirigido por Evo Morales, donde se registraron la quema de 1,7 millones de hectáreas, aunque a diferencia del resto de países, este sí se movilizó lo suficiente para controlar, en gran medida, el avance de los incendios. En este país el área de Santa Cruz de la Sierra fue la más afectada.

Bolsonaro y la selva amazónica

Las medidas de Jair Bolsonaro, presidente de Brasil, para hacer frente a los incendios, llegaron tarde y mal

Jair Bolsonaro, actual presidente de Brasil, fue una de las personas que más críticas recibió en esta crisis de incendios que azotaban a su país,. Y es que, en unos de sus discursos daba prioridad al crecimiento económico antes que el cuidado medioambiental. Discurso que se llevó a efecto, ya que evitó hacer uso de ninguna medida en defensa de la selva amazónica hasta que se vio presionado por la comunidad internacional.

Tras muchas presiones mundiales, entre ellas, la del presidente francés, Emmanuel Macron, que amenazó con romper relaciones con el país sudamericano, Bolsonaro decidió tomar medidas, siendo una de ellas la de enviar al ejército a las zonas afectadas por los incendios.

A día de hoy, el ejército brasileño ha llevado a cabo 571 operaciones por tierra y otras 250 por aire para controlar los incendios activos. Según las autoridades de este país, se logró detener a 63 personas culpables de crear o propagar incendios, penalizándolos con multas cercanas a los 8.7 millones de dólares.

En la asamblea de las naciones unidas, que se realizó para afrontar este terrible problema, Jair Bolsonaro compareció ante los países miembros y les anunció que el ejército continuaría hasta el 24 de octubre en todas las zonas afectadas.

Pueblos indigenas del amazonas

Los pueblos indígenas, los grandes olvidados de la selva amazónica

En el Amazonas vive actualmente una población indígena cercana a los 3 millones de personas. Personas nativas que se distribuyen en unas 420 tribus con lenguas y dialectos propios y diferentes entre sí.

La pérdida de identidad, de libertad y calidad de vida es el daño colateral que está sufriendo la población indígena. La deforestación facilita la invasión a estos pueblos que ven cómo le quitan sus tierras y no pueden hacer nada para evitarlo.

Son los más afectados por los incendios que azotaron el país los pasados meses de julio y agosto, perdiendo no solo alimentos,  agua potable, sino también vidas y espacio vital. La desaparición de estas tribus conlleva una pérdida inmaterial, la de sus tradiciones y conocimientos, cultura y forma de vida. Un tipo de organización que vive enlazada íntimamente con los entornos naturales y que se va a olvidar por completo, y esto es una pérdida incuantificable.

Los pueblos indígenas muestran su rechazo a la gestión política de Bolsonaro sobre estas tierras. Estos pueblos manifiestan, con toda la razón, que se tenga en cuenta la cosmovisión indígena, o dicho de otra manera, que todos los seres, ya sean personas, plantas o animales, forman parte del mismo ecosistema y necesitan respeto y protección.

niños selva amazonia

Fuentes de información:
https://www.bbc.com/mundo/noticias-america-latina-49811380

https://cadenaser.com/programa/2019/08/25/hora_14_fin_de_semana/1566724472_605198.html

https://www.elperiodico.com/es/medio-ambiente/20191220/comunidades-indigenas-amazonas-crisis-climatica-7781397

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