Importancia de la identificación animal en las granjas, el camino hacia la sostenibilidad

La identificación animal, tal y como la practica la empresa Datamars Livestock es esencial en las granjas, ya que permite a los granjeros rastrear y monitorear a sus animales. Su finalidad es mejorar la eficiencia y el bienestar de los mismos, así como el rastreo de los productos alimenticios de origen animal.

Uno de los métodos más comunes es la tipificación mediante tatuaje o marcado, en el que se utiliza la tinta o una marca en la piel del animal para diferenciarlo de los demás. Es barato y fácil de usar, pero tiene la desventaja de que pueden desvanecerse con el tiempo, lo que dificulta el marcaje de los animales a largo plazo.

Otra fórmula, la del microchip, implica la inserción de un pequeño chip en el cuerpo del animal. Este método es más costoso, pero es preciso y duradero. Emite una señal única que puede ser detectada mediante un lector, lo que permite una identificación rápida.

La identificación mediante el uso de RFID, es decir, con crotales electrónicos (por radiofrecuencia), es otra opción, de las más eficaces y populares. En este caso, se coloca una etiqueta RFID en el animal, que puede ser leída a través de un lector RFID. Esto permite una identificación rápida y precisa de los animales, especialmente en granjas de gran escala.

En el sector ganadero, el uso de RFID se ha popularizado para rastrear y monitorear el movimiento y el bienestar de las reses. Las etiquetas se colocan en los animales, lo que permite su identificación y seguimiento a lo largo de su vida. Esto facilita el poder incluir registros de vacunaciones, peso, tratamientos médicos, historial de reproducción y otros datos importantes. También se utiliza para controlar el flujo de ganado en los mataderos, facilitando el seguimiento de la trazabilidad y la seguridad alimentaria. Además, ayudan a los ganaderos a manejar mejor su inventario y aumentar la eficiencia en la gestión de sus operaciones.

En cualquier caso, debe ser una herramienta más para conseguir un mayor respeto hacia los animales y dar pasos firmes hacia una ganadería sostenible.

¿La ganadería puede ser respetuosa y sostenible?

La ganadería sostenible o ecológica es aquella que mantiene un nivel de producción sin perjudicar al medio ambiente o al ecosistema. Debe existir un equilibrio entre la viabilidad económica, la preservación de los recursos naturales y el cuidado del medio ambiente.

Alcanzar la sostenibilidad en la ganadería es sumamente importante, pues emite un 14.1% de los gases de efecto invernadero en España, siendo por lo tanto una de las más contaminantes.

Las emisiones del sector ganadero tienen su origen en cuatro procesos:

  1. La fermentación entérica: se denomina así al metano que se genera durante la digestión de los animales rumiantes. La calidad de la alimentación se relaciona con las emisiones entéricas.
  2. El estiércol: da lugar a metano y a óxido nitroso. La emisión de metano es más elevada cuando el estiércol se almacena en sistemas líquidos como lagunas. El óxido nitroso es un componente que resulta de la descomposición del amoniaco contenido en el estiércol.
  3. La producción de piensos: las emisiones de dióxido de carbono provienen de la expansión de pastizales y tierras de cultivo usadas para la alimentación animal, de la fabricación de fertilizantes y pesticidas para dichos cultivos y de su procesado y transporte. Por otra parte, el uso de fertilizantes nitrogenados y la aplicación de estiércol causan emisiones de óxido nitroso.
  4. El consumo de energía: está presente en toda la cadena de producción, desde la fabricación de los fertilizantes hasta el empaquetado de los productos elaborados.
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Soluciones ganaderas ecológicas para una producción sostenible

Hay varias soluciones ganaderas ecológicas que se utilizan para mejorar la sostenibilidad y reducir el impacto ambiental de la producción de carne y otros productos lácteos. Algunas de estas soluciones incluyen:

  1. Pastoreo rotativo: este método consiste en mover a los animales de un campo a otro, permitiendo que el pasto se recupere entre sus propios ciclos naturales. Esto mejora la fertilidad del suelo y reduce la erosión.
  2. Agricultura integrada:combina la producción animal con la producción agrícola, permitiendo que los residuos orgánicos se utilicen como fertilizante y reduciendo la necesidad de pesticidas y herbicidas.
  3. Alimentación con forraje: consiste en alimentar a los animales con forraje en lugar de alimento procesado, ayuda a reducir la huella de carbono de la producción de carne y lácteos.
  4. Ganadería de pequeña escala: los granjeros pequeños suelen tener una mayor conexión con la tierra y la producción, lo que los lleva a ser más conscientes del impacto ambiental de su producción.

Certificación orgánica: las granjas orgánicas deben cumplir con estrictos estándares ecológicos, incluyendo la no utilización de pesticidas y conservación de la biodiversidad.

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