Se reconocen ampliamente los efectos positivos que sobre la salud tiene la naturaleza y la amistad. Sin embargo, en raras ocasiones se ha intentado profundizar en el valor de la amistad para la salud de la naturaleza.
Este cambio de sentido se hace necesario como refuerzo para paliar los daños que se están infringiendo continuamente sobre los ecosistemas. La amistad es necesaria para la naturaleza desde el punto de vista de la unión, de la confianza y el trabajo entre iguales. Elementos necesarios para intervenir y cambiar el paradigma actual y que azota el mundo, destruyéndolo.
Debemos ser conscientes de lo que significa la amistad y la importancia que tiene para la naturaleza. Reconocer que se trata de una excelente herramienta para cooperar y hacer de este mundo un lugar mejor donde vivir, las personas y el resto de seres vivos.
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Sobre el valor de la amistad y el respeto
Se relaciona el concepto de amistad con el estrecho vínculo que se establece entre dos o más personas sin que exista un interés específico por ninguna de las partes. El valor de la amistad reside en que se sustenta sobre criterios de confianza, lealtad, simpatía y respeto, pilares que deben ser recíprocos.
La importancia de la amistad reside fundamentalmente en que funciona como una vacuna antiestrés, favoreciendo la salud mental de cualquier persona, e incluso evitando posibles disfunciones sexuales. La amistad funciona como resorte para liberar endorfinas, las hormonas de la felicidad. Además, ha sido, es y será un componente fundamental para la vida de las personas, que permite la unión para lograr objetivos comunes.
Personas unidas por la amistad son capaces de desarrollar proyectos en los que no existe un beneficio económico o interés exclusivamente personal. Se sienten capacitados para cumplir con planes dentro del ámbito del bien común, como, por ejemplo, las actividades pacifistas y/o ecologistas.
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La importancia de la amistad
Además de lo mencionado, hay que considerar que la naturaleza del propio ser humano es ser social. Es la amistad, por tanto, una necesidad, ya que desde que se nace se requiere del cuidado de terceros, ya sean padres, familiares o de la misma tribu o sistema social en el que se nace. A medida que se crece se necesita el afecto y cariño de aquellos por los que se siente simpatía, perteneciendo a grupos más o menos amplios en los que la amistad se presenta como base a partir de reconocimientos mutuos.
Al tener amigos se está produciendo un sentido de pertenencia, una sensación de interdependencia, protección y colaboración que logra aumentar el valor emocional personal. Al estar integrado en una comunidad o sentirse especialmente vinculado a otra persona se consigue un aumento notable de la autoestima y también de la motivación. Esto permite que las personas sean más capaces y acometan proyectos y acciones que si estuvieran solos nunca se atreverían.
En definitiva, la importancia de tener amigos reside, en buena medida, en el apoyo que se recibe para contar información íntima, aliviando situaciones de estrés. Al sentir que se le escucha, comprende y apoya se facilita el poder pasar a un estado de calma que disminuye el “dolor emocional”. Del mismo modo, escuchar y ayudar a otra persona con la que se siente el vínculo de la amistad permite alcanzar sentimientos de seguridad. Las personas que se portan como amigos se sienten más útiles, lo que aumenta la valoración y el concepto que se tiene de sí mismo.
La amistad como fuerza para cambiar el mundo
Las amistades ayudan a estar más sano, más feliz, fuerte y seguro. Todos estos aportes crecen en intensidad cuando se forma grupos o comunidades amplias con objetivos comunes. Cuando esto ocurre pocas cosas se contemplan imposibles ante la determinación de asociaciones y equipos unidos por la amistad.
En cada vez más ocasiones, son las necesidades, los proyectos, los objetivos los que provocan que se establezcan amistades entre desconocidos. En estos casos, se suelen crear sociedades, equipos de trabajo, grupos de fuerza que se mantienen unidos, confiados unos de otros para soportar los contratiempos necesarios para alcanzar sus fines.
El valor de la amistad se presenta en estos casos como un condicionante elemental para cambiar el mundo. Se trata de unir fuerzas para alcanzar objetivos concretos que mejoren los entornos naturales o en conflicto, por ejemplo.
La amistad en la naturaleza
Como ya se ha comentado, el sentido de la amistad es algo innato en el ser humano. Una cualidad que no lo distingue de los animales, ya que estos también tienen ese tipo de relación, ya sea con los de su misma especie o con otras diferentes.
La ciencia habla de mutualismo para referirse a esa relación que se establece entre organismos de especies distintas. Una situación que se da para colaborar, para beneficiarse mutuamente de lo que ofrece cada cual o por simple afecto.
Por un lado, se da el facultativo, que es cuando se lleva a cabo sin una razón vital, como por ejemplo la que se da entre un animal doméstico y una persona. No existe una dependencia necesaria, sin embargo, uno toma del otro lo que considera oportuno. Estos casos se dan constantemente en la naturaleza.
Por otro lado, el obligado, que es, como cabe suponer, cuando se hace necesario, tratándose de una relación de interdependencia para sobrevivir o aumentar en calidad de vida. Generalmente tiene carácter obligatorio, aunque se dan casos en los que no es permanente, sino ocasional. La naturaleza es un ejemplo global de interdependencia, de amistad a un nivel superior, las abejas con las flores, los peces payaso con las anémonas, los peces cirujanos alimentándose de las algas de los caparazones de las tortugas…