El agua ionizada es la fórmula ideal si queremos limpiar cualquier superficie sin utilizar productos químicos que contaminan el suelo. Con la instalación de un ionizador de agua se hace posible eliminar hasta el 99,9% de las bacterias, gérmenes, mohos, y demás microorganismos, con un 80% más de eficacia que si se llegasen a usar limpiadores químicos.
Se trata de un sistema de limpieza que ofrece diferentes beneficios a sus usuarios, ya que, además de su eficiencia como tratamiento limpiador, protege la salud de las personas y animales que habitan en los entornos de aplicación. Y es que, el agua ionizada, no provoca ningún tipo de intoxicación, no en vano, es la fórmula higiénica que se utilizan en las empresas de alimentación.
Efectivamente, es una excelente alternativa ecológica, sin efectos sobre el medioambiente, permitiendo, además, la reducción de los envases de plástico y los mencionados productos químicos.
¿Qué es ionizador de agua?
El ionizador de agua es un dispositivo que consigue obtener como producto agua alcalina gracias a la ionización, es decir, al proceso que logra separar aquellos minerales de tipo ácido. Aunque no es el único sistema para lograr esta transformación en el líquido elemento, sí que es el más rápido, efectivo y fácil de usar.
Esta ionización se obtiene de un sistema que, además, es muy económico. Se basa en usar el agua que sale directamente del grifo, es decir, sin aditivos químicos, con una pequeña cantidad de sal común y aplicando una alteración electroquímica, la electrolisis, que es la función que lleva a cabo el ionizador de agua. El agua entrará en el ionizador pasando previamente por un filtro común que se encargará de retener sedimentos, cloro, óxido, bacterias y también el olor. En la cámara de ionización, gracias a las placas de titanio y platino (electrodos) que contiene, ionizará los minerales disueltos y cargará eléctricamente los átomos que los componen.
El objetivo de este proceso es conseguir agua transformada apta para el consumo humano y un potente agente de limpieza y desinfección de uso amplio y general. En resumidas cuentas, el proceso es similar a cómo actúa un imán, ya que los minerales cargados negativamente o positivamente serán atraídos por su correspondiente electrodo. Los primeros originan agua ácida u oxidada, desechándose por el sumidero, los segundos (cargados con iones positivos), será el agua potable y útil para la limpieza.
Beneficios para la salud
No son pocos los que encuentran una mejora en el comportamiento de su organismo cuando consumen agua ionizada habitualmente. En primer lugar, consigue un alto grado de depuración, colaborando en la eliminación de toxinas y evitando, además, que se vuelvan a acumular.
Es habitual que los profesionales de la salud la recomienden para aquellos pacientes que sufran molestias estomacales y también en el intestino, como pueden ser la gastritis, la diarrea crónica y otros tipos de úlceras, aunque también resulta muy beneficiosa para aquellos que, simplemente, sufran de malas digestiones.
Si al consumo de agua ionizada se le acompaña la práctica habitual de ejercicio y una dieta equilibrada, se estará en el camino correcto para evitar afecciones tan habituales hoy día como la hepatitis, la dermatitis, la diabetes, el colesterol alto e incluso el insomnio, la disentería o las neuralgias.
En líneas generales, contar con un ionizador de agua en la vivienda habitual estará asegurando un elemento importante para aumentar la calidad de vida.
Un ionizador de agua para desinfectar
Como se ha comentado al principio de este artículo, otra de las utilidades que posee el agua ionizada es la de la higiene, ya que es un potente, económico e inocuo desinfectante. Han quedado científicamente demostradas sus propiedades esterilizantes, bactericidas, microbicidas, virucidas y desodorantes con unos niveles de cloro hasta 10 veces menor que el de las habituales soluciones de sodio usadas.
Además, su poder neutralizador de virus, gérmenes y bacterias es posible aún sin causar daños en la piel. Por otro lado, cabe destacar su efecto de larga duración, pues hasta 48 horas después del tratamiento no será posible la proliferación de ningún organismo. Es también un sistema de limpieza que ahorra tiempo, ya que no necesita ni aclarado ni secado.
Su efecto desengrasante lo hace especialmente útil para espacios como las cocinas, pero, también, es una eficaz ayuda para eliminar manchas sin dañar la superficie sobre la que se aplica. Por último, cabe señalar que se trata de un sistema aprobado por la Comisión Europea de la Salud, la dirección general de la protección de los consumidores, la OMS y la FAU.