Menorca como destino sostenible

Se conoce un destino sostenible por ser un lugar que ha llevado a cabo medidas y acciones concretas para contribuir en la lucha contra el cambio climático y sus nefastas consecuencias para la población.

La isla de Menorca se establece como un espacio turístico de referencia en este sentido, autodefiniéndose con un entorno que logra apurar el máximo aprovechamiento de los recursos sociales, culturales, económicos y naturales, sin que se vea reducida la satisfacción de los turistas visitantes. Sin embargo, sobre todo, en lo que ponen especial atención es que en que no se generen impactos negativos en el medio ambiente ni en las comunidades autóctonas.

Menorca se encuentra incluida dentro de la categoría de Reserva de la Biosfera por la Unesco desde 1993. Además, sostiene un verdadero compromiso para ser referente mundial como destino sostenible del Mediterráneo. Valga como ejemplo que el 67,66% de la isla se encuentra ya protegida para que los visitantes puedan disfrutar de todo su esplendor ecológico.

Entre los valores más destacables para convertirse en destino turístico sostenible de referencia global se encuentra la creación del área marítima protegida más grande de España. Es decir, se extenderá la actual protección de la Reserva de la Biosfera al mar. Así mismo, existe un compromiso para crear la marca “Menorca Reserva de Biosfera” con todo lo que eso representa.

Cabe mencionar que es Reserva y Destino Turístico Starlight desde 2019, es decir, que posee lugares visitables con excelentes cualidades para la contemplación del cielo nocturno, protegidos de la contaminación lumínica. Por último, resaltar que la Isla de Menorca dispone de uno de los Reglamentos sobre la protección del medio nocturno más restrictivos de los existentes.

Menorca 360º, destino sostenible, ecológico y cultural

Es vox populi que la isla de Menorca posee unos ecosistemas naturales perfectamente cuidados y protegidos. Se trata de un lugar que es ejemplo de mantenimiento ecológico, integrando tanto su entorno marítimo como el terrestre dentro de una Reserva de la Biosfera. Un título obtenido por hacer compatibles elementos como la conservación de un medio natural exclusivo junto a un patrimonio cultural único.

Se trata, por tanto, de un destino apto para todo tipo de turistas concienciados y amables, que disfrutan de entornos respetuosos con la naturaleza y que, además, mantienen su propia idiosincrasia cultural, patrimonial y de tradiciones sin una excesiva irrupción de los modelos tradicionales del turismo de masas.

Un entorno inigualable

El profundo aroma mediterráneo se respira en las calles, los bosques y en las playas de Menorca. Todo un paraíso con arenales de grano fino y blanco, aguas turquesas bañando su litoral sur. Calas más salvajes en el norte, con tonalidades rojizas que le otorgan un aspecto marciano a algunas localizaciones.

Menorca también tiene acantilados, fondos marinos de enorme variedad y riqueza faunística y de flora, islotes vírgenes, espacios que pueden ser visitados fácilmente por el Camí de Cavalls. Este sendero, datado en el siglo XVII, colabora de manera notable en la consagración de este entorno como destino sostenible. Recorre todo el perímetro de Menorca, por lo que, a lo largo de sus 20 etapas, el senderista encontrará las más escondidas y encantadoras calas, bosques mediterráneos, grandes barrancos y hasta humedales donde observar una gran cantidad de tipos de aves.

Así mismo, hay que reconocer su espectacular variedad geológica. Nada menos que 400 millones de años han sido requeridos para ofrecer la variedad de formas, texturas y colores que presentan sus rocas. Un atractivo que, en combinación con su espectacular cielo estrellado al caer la noche, hace que el observador se plantee su existencia en el mundo y se sienta agradecido por ello.

 

También arqueología

Por si todo esto no fuera suficiente para considerar esta isla como el más digno de los destinos sostenibles posibles, también ofrece una riqueza arqueológica sin parangón. Sus estructuras megalíticas dejan sin respiración a los más entendidos de la materia y con un buen número de preguntas a los curiosos.

Es imprescindible, si se siente curiosidad por las piezas más primitivas de Menorca, visitar los siguientes monumentos arqueológicos: Talayot de Trepucó, Yorre d´en Galmés, Torralba d´en Salord, Naveta des Tudons y Son Catlar. También merecen ser contemplados y recorridos el poblado prehistórico de Torretrencada, Torrellafuda, la Necrópolis de Cal Morrel, la Basílica d´esFornás de Torelló y de San Bou, entre otros.

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