Hablar de economía en un blog de ecologismo puede parecer poco oportuno o inusual. Nada más lejos de la realidad. La industrialización, que busca el beneficio económico, es una de las culpables de que el planeta se encuentre en la situación crítica actual, eso es cierto. Sin embargo, nuevos sistemas económicos más respetuosos con la naturaleza, como la economía circular, arrojan un haz de luz para la recuperación de los entornos naturales.
En una explicación sencilla, se puede decir que la economía circular es un sistema de aprovechamiento de recursos donde priman las 3 erres: la reducción, la reutilización y el reciclaje de los elementos. Es un concepto estrechamente relacionado con la sostenibilidad, que es asegurar las necesidades del presente sin comprometer las del futuro, como decíamos en el artículo “Economía y medio ambiente, condenados a entenderse”, que puedes leer aquí.
¿Qué es la economía circular?
Pero, ¿qué es exactamente la economía circular? Wikipedia la define como una estrategia que tiene por objetivo reducir tanto la entrada de los materiales vírgenes como la producción de desechos, cerrando los flujos económicos y ecológicos de los recursos.
El término se usó por primera vez en 1980, y es más amplio que un simple modelo económico. Es un marco de pensamiento que reclama otros cambios, como el del uso de la energía renovable en lugar de los combustibles fósiles o la redefinición del rendimiento económico.
Esta fórmula se propone como opción a los sistemas lineales, en los que no se da solución o alternativa a los productos obsoletos. Se puede decir que, en un sistema lineal, los materiales son primero un recurso, después un producto y por último un residuo. La economía circular persigue no abandonar el producto al final de sus días. El material, en este caso, será primero un recurso, después un producto y por último un recurso reciclado, volviendo al principio del flujo de nuevo.
Beneficios de la economía circular
La economía circular tiene como modelo el propio funcionamiento de la Naturaleza, que es una gran experta en la reutilización de restos orgánicos. Si salimos al campo, nos daremos cuenta de que en la naturaleza no hay desperdicios, aparte de los de los humanos que hayan pasado por allí.
Todo sirve. La piel de una serpiente. Las hojas caídas de los árboles. Los excrementos de los animales. Todo vuelve al lugar de dónde salió: la tierra. Y todo tiene una función en el ciclo de la vida. No es morir para siempre, es morir para nacer de nuevo de otra forma, sirviendo de alimento al suelo o a otras especies animales fundamentalmente.
De la misma manera, en la economía circular el producto no muere, sólo se cierra su ciclo de vida. Dejar de ser una mesa para poder convertirse más tarde en una silla. Ese es el secreto.
Si se consiguiese establecer un sistema de economía circular a gran escala, las ventajas para el planeta serían innumerables. La explotación de los recursos del planeta se reduciría drásticamente. También la generación de residuos, que se convertirían en recursos de nuevo. Daríamos tiempo a los ecosistemas a regenerarse, lo que supondría una explosión de vida a todos los niveles. Los océanos estarían más limpios, la contaminación disminuiría, los vertederos desaparecerían, y en su lugar podrían levantarse parques y bosques, entornos ecológicos, en cualquier caso.
Los retos de la economía circular
A pesar de los beneficios medioambientales, que son más que evidentes, la economía circular no es la panacea. Este modelo, aparentemente perfecto, tiene sus limitaciones. Los expertos hablan de algunos grandes retos a los que tiene que enfrentarse este sistema para optimizar su potencial benefactor:
- Reto legislativo
Los residuos que generen algunas empresas serán los recursos que utilicen otras, pero es necesaria una legislación fuerte que regule los procesos industriales y las transacciones derivadas de este tipo de economía.
- Reto tecnológico
No todos los materiales y residuos son susceptibles de tener una segunda vida útil. Falta mucha investigación aún para poder sacar provecho de todos los residuos.
- Reto logístico
Para que fuese un sistema realmente sostenible, sería necesario también controlar la logística y el transporte de los residuos. Si tienen que atravesar el planeta para ser reutilizados, nos estaríamos alejando del concepto original.
- Reto cultural
Es necesario un apoyo educativo para concienciar a los ciudadanos de este cambio de paradigma. Hace falta más conciencia ambiental, tanto en empresas como en consumidores.
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Ejemplos de economía circular
A pesar de las dificultades, son cada vez más las marcas que se suman a iniciativas basadas en la economía circular. La mayoría se sitúan todavía en el nivel más alto de la industria, el de la investigación y el desarrollo tecnológico. Pero poco a poco se van advirtiendo estos adelantos en los productos de consumo. Las consecuencias de la economía circular, paulatinamente, se dejan ver a pie de calle.
Un ejemplo de esto es la zapatilla Futurecraft Loop de Adidas, fabricada íntegramente por un material muy especial. Una vez agotada su vida útil, el cliente devuelve la zapatilla y Adidas la tritura para volver a convertirla en una nueva zapatilla.
Interesante es también el proyecto Chemcycling, que mediante una tecnología muy novedosa descompone residuos plásticos complejos en otros más sencillos que pueden ser empleados para fabricar nuevos productos. Algunos parachoques de la marca Jaguar están fabricados con estos productos de reciclado químico.
Una gran marca, como es Coca Cola, no podía faltar en esta carrera por participar en la economía circular. Su proyecto, Mares Circulares, se orienta a la recogida de residuos en entornos acuáticos, así como su clasificación y reciclaje. Los datos de dichas intervenciones se envían a la comunidad científica, contribuyendo así en la búsqueda de nuevas soluciones a la problemática de la basura marina.
La economía circular doméstica
¿Es posible colaborar a nivel individual en la economía circular? Sí, es posible. El cambio hacia un futuro más sostenible empieza con cada uno de nosotros. De forma individual, contribuimos a la acción colectiva.
Podemos comenzar por practicar un consumo responsable y no compulsivo. Dar una vida más larga a esas prendas que ya no parecen nuevas, pero que no son viejas. Reciclar correctamente el vidrio, el papel y el cartón en sus contenedores correspondientes. Reparar aparatos en lugar de tirarlos directamente. Reconvertir objetos, dándoles nuevos usos.
Seguro que, además de ayudar al planeta, nos divertimos un rato. Sólo es cuestión de ponerle un poco de imaginación y de ganas al asunto.
Hasta aquí nuestro artículo de economía circular. Todo apunta a que es una de las mejores soluciones al problema de la sostenibilidad que ahora mismo hay sobre la mesa. Pero el tiempo dirá si es una solución real o es sencillamente una propuesta teórica difícil de implementar a nivel global.
Si quieres ampliar esta información, a continuación te dejamos referenciados algo de lectura que profundiza en este tema tan interesante e importante para las relaciones humano-ecologicas.
Economía circular – espiral: Transición hacia un metabolismo económico cerrado (VARIOS)
Economía Circular para todos: Conceptos básicos para ciudadanos, empresas y gobiernos
ECONOMÍA CIRCULAR: Un nuevo modelo de producción y consumo sostenible Libro – 14 mayo 2018
Fuentes: Wikipedia, muypymes.com, ecosiglos.com, elconfidencial.com, sostenibilidad.com