El impacto positivo del COVID-19 en la naturaleza

A pesar de todo el daño que está produciendo la pandemia del coronavirus, el impacto del covid-19 en la naturaleza está resultando enormemente positivo. La reclusión de las personas en sus casas, el cierre de industrias, la reducción radical en el uso de los medios de transporte… Todo estos cambios están produciendo un efecto que está ayudando a la naturaleza a recuperar fuerzas

El impacto del covid-19 en la naturaleza

La reducción de la contaminación atmosférica en las principales capitales del mundo ha sido espectacular. Un hecho que se puede apreciar desde Madrid hasta Hong Kong, pasando por Barcelona o Venecia. En la ciudad italiana de los canales la disminución de turistas ha limpiado sus agua en pocos días y ha vuelto a habitarse por todo tipo de fauna marina. Por su parte, en Cerdeña, se han vuelto a ver delfines cerca de la costa ante la ausencia total de ferrys y barcos.

A medida que iban pasando los días de confinamiento para reducir la curva de crecimiento de la pandemia, los animales han ido recuperando los espacios públicos. Lugares que hasta hace no demasiado tiempo les pertenecían. La presencia de animales salvajes en libertad se ha convertido en una imagen muy común en los centros urbanos de muchas de las ciudades de España y del resto del mundo.

Los ejemplos positivos del impacto del covid-19 en la naturaleza se repiten a lo largo y ancho de este mundo.

Una realidad que podría replicarse si, por ejemplo, usasemos vehículos eléctricos y no contaminásemos con cada uno de nuestros traslados.

El impacto del covid-19 en la naturalezaEl ejemplo de Chernóbil

No es la primera vez que ante la ausencia humana la naturaleza recupera en poco tiempo lo que le pertenece. El ejemplo paradigmático de la ciudad rusa de Chernóbil es recurrente. Esta ciudad, que fue evacuada tras el accidente nuclear de 1986 no deja de sorprender a la comunidad científica.

Y es que, en estos momentos, existe una extensa y numerosa variedad de animales salvajes. Todo tipo de flora y fauna se ha instalado en toda esa zona abandonada por sus más de 116.000 residentes hace más de 30 años. La recuperación de las poblaciones silvestres se realizó con una increíble velocidad, aun con elevados niveles de radioactividad en el ambiente.

No solo la flora y animales pequeños reconquistaron su espacio. Animales de gran tamaño, como ciervos, jabalíes, corzos, alces, lobos, entre otros muchos, repoblaron rápidamente esta zona como podrían haberlo hecho en cualquier reserva natural.

Los estudios de Jim Smith, de la Universidad de Portsmouth de Reino Unido, que se llevaron a cabo sobre la zona, no son demasiado halagüeñas. Estos análisis permiten suponer que la presencia humana es aún más negativa para la naturaleza que los restos de radioactividad de un accidente nuclear de alta intensidad.

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El impacto del covid-19 en la naturaleza; la reducción de la contaminación atmosférica

El caso de Chernóbil sirve para ejemplificar lo que ocurre cuando el hombre deja de ejercer presión sobre la naturaleza. Una realidad que viene sucediéndose en todos los rincones del mundo en los que se ha sometido a cuarentena a la población. El encierro obligatorio de los habitantes de los países infectados está causando un beneficio notable en las colonias de flora y fauna de sus entornos.

Y es que la inactividad human se nota especialmente en el aumento en la calidad del aire y en el descenso en el nivel de ruidos, factores que  la naturaleza agradece.

Que la mayoría de las industrias estén cerradas, que por las autopistas no circulen más que vehículos de urgencias y, que en general, la humanidad haya parado o frenado considerablemente su velocidad productiva y demás actividades habituales, está consiguiendo que se vean los cielos más claros y las aguas de ríos, lagos y mares más limpios. Un espectáculo que debería servir para visualizar con más empatía y claridad el daño continuo que se viene produciendo sobre la naturaleza.

El impacto del covid-19 en la naturaleza

China, el kilómetro cero del virus

Como muestra, cabe referenciar que, durante el primer mes de confinamiento en China, el impacto del covid-19 en la naturaleza de este país, correspondiente a febrero, las observaciones de los satélites de la agencia espacial NASA y de la agencia espacial europea ESA detectaron una disminución notable de la contaminación en el aire, sobre todo en los niveles de dióxido de nitrógeno de las principales ciudades de este país asiático.

El caso de Hong Kong fue casi inmediato, al poco de ordenarse el encierro de los residentes en los hogares, el cielo se volvió azul. El número de días con aire de buena calidad aumentó en un 21,5 % en ese mismo mes, comparado con el mismo periodo del año anterior, según los datos ofrecidos por el Ministerio de Ecología y Medioambiente de China. Un hecho que se repetiría en el resto de grandes ciudades.

Wuhan y la reducción de la contaminación por covid-19Espectacular fuel el descenso de los niveles de contaminación en la ciudad de Wuhan (ciudad donde se originó el brote de coronavirus originariamente). (Foto)

Del mismo modo, las emisiones de CO2 también llegaron a disminuir hasta un 25 % durante el mes de febrero tomado como referencia. Las medidas para contener la expansión del Covid-19 tienen en estos momentos un efecto positivo innegable y lógico sobre la calidad del aire.

Calles de Barcelona vacías por cuarentena del coronavirus

También en Europa

La mejora de la calidad del aire y su repercusión sobre la salud de sus habitantes también se está haciendo notar en Europa. En el caso italiano, otro de los grandes afectados, los descensos en dióxido de nitrógeno han alcanzado niveles insólitos. Un efecto que tiene su eco en el resto de los países europeos que, uno tras otros, se van sumando a las medidas de aislamiento de su población y a la reducción de su producción industrial. En líneas generales, al poco tiempo, se viene produciendo una mejora radical en la calidad del aire.

En España no es diferente, los datos diarios proporcionados por el Sistema de Vigilancia de Calidad del aire del Ayuntamiento de Madrid ofrecen información que no permite lugar a

 dudas. Solo en los primeros días de cuarentena, ya se registraron e

n los cinco distritos de la ciudad categorías de “

muy bueno” en relación al índice de calidad del aire. En Barcelona, por su parte, confirman desde los datos que proporciona la propia Generalitat que se redujeron a la mitad las concentraciones de dióxido de nitrógeno con solo tres días de encierro.

Un dato más para Cataluña; las mediciones que se han realizado por parte del departamento de Medio Ambiente de la Generalitat de Catalunya confirman que el día 23 de marzo los niveles de CO2 de la ciudad se habían reducido nada menos que en un 75% respecto a su nivel habitual, y que el pasado día 21, el dióxido de nitrógeno había caído entre un 70 y un 80% con respecto a períodos previos a la llegada del virus.

El coronavirus limpia el entorno natural
Imagen de Sostenibilidad.semana.com

El impacto del covid-19 en la naturaleza; ejemplos de recuperación de los medios naturales por el coronavirus

Efectivamente, el observador que quiera y haya tenido interés habrá comprobado que, en su mismo barrio, en las calles que puede contemplar desde su ventana o terraza, el aire es más limpio y huele mejor, pero, también, que las colonias de pájaros han aumentado.

Si se habita un pueblo o ciudad ubicada más cerca de espacios naturales, se habrá podido observar animales salvajes caminar tranquilamente por las calles desiertas como ha llegado a suceder en la ciudad de Barcelona con un grupo de jabalies.

El caso más espectacular, en este sentido, es el que se ha vivido en la ciudad de Venecia, donde los canales se han tornado a un azul cristalino y la vida ha vuelto como por arte de magia. Elevadas cantidades de peces de distintas especies, junto con el aumento en el número de cisnes, invaden hoy los famosos canales de Venecia.

Y es que, en Italia se están observando las más representativas curiosidades sobre esta espontánea recuperación del terreno perdido por parte del medio ambiente. En Cagliari, se han vuelto a ver delfines que agradecen la ausencia de lanchas y turistas. Incluso, en las mismas calles de Roma, al igual que ocurriese en Barcelona, se han podido divisar familias de jabalíes y también, patos silvestres bebiendo en las fuentes.

En Japón, también se encuentran casos insólitos como los mencionados, por ejemplo, los ciervos que habitualmente se encuentran en el parque de Nara han abandonado el bosque y deambulan por la ciudad libremente, llegando incluso a introducirse en el metro.

 

Conclusión de la editorial

El mundo necesitaba un respiro y parece que lo ha tenido que forzar. Según algunos defensores del concepto de planeta vivo, esto que nos viene sucediendo no es más que el sistema de defensa de la propia Tierra, que necesita neutralizar la enfermedad que es el ser humano. Una teoría más fácil de entender que el teorema de Tales

Para estos naturalistas, el coronavirus es una enfermedad creada por la naturaleza para contrarrestar los continuos y abusivos efectos que la actividad humana produce sobre el medio ambiente y los entornos naturales.

Sea como fuere, estos sorprendentes momentos históricos por los que la humanidad está pasando han de servir para reflexionar y recapacitar sobre el lugar en el mundo que habitamos y compartimos con otras especies. Tal vez, deberíamos usar este tiempo de encierro para proyectar un mundo nuevo y mejor, donde no se imponga una posición de dominio sobre la naturaleza, sino de colaboración, constante y completamente respetuosa.

¿Cuál es tu opinión sobre todo lo que nos está ocurriendo? ¿Qué crees que va a pasar cuando la cuarentena termine? ¿Qué podemos hacer para cambiar la actitud de la humanidad ante la naturaleza?

Fuentes consultadas:

Current Biology, La Vanguardia, National Geographic España, NASA, Semana

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